viernes, 4 de febrero de 2011

Energías..!


Este, es mi péndulo, mi péndulo de la energía positiva.
Aún recuerdo cuando lo compré. Fue hace unos dos años, en un mercadillo medieval, medio de brujería, plantas aromáticas y piedras raras. Recuerdo que estaba con mi madre, y nos acercamos a uno de los puestos, que estaba lleno de piedras y péndulos. Personalmente me llamo la atención el péndulo que ahora poseo, estaba colgando y moviéndose al ritmo que marcaba el viento. En el puesto estaba una chica, no la recuerdo muy bien, llevaba vestimentas acordes a lo que vendía, iba de medio bruja, medio medieval, y yo me dirigí a ella para preguntarle que eran y para que servían esas piedras llamadas péndulos.
Su contestación me lleno por completo, " son péndulos de cristal, y recogen las energías negativas y las reconvierten en positivas" "Traen paz y armonía" a simple vista, puede parecer una contestación estúpida y poco creíble, una vendedora como cualquier otra, a las que yo llamaría vendedoras de humo.
"Se cuelgan con una cadena o un hilo, en la parte de la casa que prefieras". Inmediatamente mi madre y yo nos miramos y sonreímos, supongo que buscando una en la otra la aprobación para, creérnoslo y comprárnoslo.
"Elige uno" le dije a mi madre, "Yo te lo regalo", ella cogió uno mas grande que yo, supongo que porque con los años, necesitas más energía positiva, para seguir adelante.

Ahora dos años, después haciendo un balance de situación, puedo decir que hasta ahora ha sido una de las mejores inversiones de mi vida y que  me creo todo aquello, que la chica nos dijo. Siempre he creído en las energías tanto buenas como malas, pero no sabía que existían objetos para recoger las negativas, y reconvertirlas en positivas y poder transmitir armonía.
Todos los días me quedo mirándolo y hago que gire durante un rato, supongo que para que las energías fluyan. El caso es que desde que este péndulo está en mi vida, me siento más armónica y sobre todo muy tranquila y en paz en mi casa, que es donde está colocado. Y para añadir más siempre que me quedo mirándolo me sale una sonrisa, porque siento que estoy rodeada de energía positiva y que lo puedo sentir.
Cuando tengo un pensamiento negativo, un problema, o algo malo me perturba, llego a casa y me quedo mirándolo un buen rato, y deposito toda mi negatividad en él y eso me hace sentir en paz y totalmente armónica. Últimamente le estoy dando más uso, del que quisiera, pero la verdad es que agradezco que forme parte de mi vida, porque posiblemente es una de las pocas cosas mágicas que poseo.

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